Yo no era así de nómada y desprendida. Yo no era tan hippie o pseudo hippie y mucho menos relajada.
Yo no era tan desprendida del tiempo, Tan aventada ni arriesgada. Yo no solía hacer cosas inesperadas ni comer 3 postres de una sola sentada. Yo no confiaba en mi intuición ni seguí mis instintos.
Yo no sabía decir que no y sobre todo no sabía decir que sí cuando la ocasión lo ameritaba. Yo no era tan yo y mucho menos tan mía, yo no era mi consejera ni mi mejor amiga.
Yo no era tampoco tan ansiosa o consciente de la misma pero a la vez tampoco era tan profunda ni tan atenta de mi mente, mi cuerpo y mi espíritu.
Yo no era tan enamoradiza, tan fugaz ni tan pasota.
Yo no era tan viajera, tan hambrienta de vida ni curiosa del mundo. Yo no recolectaba países, postres ni mistakes internacionales.
Yo no era tan profunda, tan selectiva en amistades ni celosa de mi espacio y de mi tiempo.
Yo no era tan disciplinada, tan estudiosa ni interesada por cultivar mi mente.
Yo no leía tanto, me informaba tanto ni veía tedtalks a la hora de la comida. Tampoco era tan consciente de mi edad y no me daba tiempo crecer y tener que trabajar para la vida sobrellevar.
Yo no comía canela ni aceitunas, no tomaba café ni me hacía de comer.
Yo no decía “mañana me preocupo” ni sabía discernir o distinguir entre lo que quería y lo que tenía pero no me servía.
Yo no salía sola de fiesta y llevaba 2 años sin probar siquiera una cerveza, no comía cebolla ni hablaba con extraños. Yo no era de mente tan abierta y era liberal sólo de dientes para afuera.
Yo no dejaba los platos para mañana ni caminaba descalza por la casa, Yo no decidía ir de fiesta a las 12 ni me iba a un date inesperado a las 2am. Yo no salía solo por conocer ni tenía tanto interés por la mente ajena a la vez.
Yo no me daba tanto permiso de experimentar y de vivir, yo no me consolaba ni me regalaba clases de nada. Yo no meditaba y mucho menos hacía yoga o corría de mañanas. Yo no cantaba y menos pintaba
Yo no viajaba sola, un fin de semana y solo con maleta de mano.
Yo no lloraba la soledad ni extrañaba los momentos con mi mamá, yo no sabía lo que era no tener amigos, haber perdido y solo estar conmigo.
Yo no era así, pero un día entre tan profundamente dentro de mi que así me volví.
Yo no era así pero estoy tan feliz de ver en quien me convertí
A.
Y todavía te va a hacer más feliz la persona que vas a llegar a ser.