Pasa, antes o después, a veces te das cuenta pero generalmente no. Solo pasa. Pasa que volteas y han pasado años y no solo eso sino que con los años han pasado millones de cosas más. Los dedos no te alcanzan ya para contar experiencias, viajes, personas que has conocido, que te han conocido sin darte cuenta, que muchas veces te marcan y muchas otras tú los marcas a ellos sin saber.

Pasa que ya eres independiente, que aunque muchas veces no seas autosuficiente te das cuenta de algo, el único y verdadero responsable de tu vida eres tú. Que las decisiones que tomes serán las consecuencias, tus consecuencias. Que si tú no cuidas tu vida nadie más lo hará y de la misma forma tú eres el único que puede hacer algo por ti, por tu vida, tus sueños y tu camino. «Que a veces las cosas que hagas pueden ser insignificantes pero si tu no las haces nadie más lo hará».

Te das cuenta que tienes metas, que tienes sueños. Que muchas veces; por no decir la mayoría; no tienen ni pies ni cabeza, pero es el mejor comienzo para lograr algo grande. Que los errores son tuyos y depende de tí, si los tomas como una lección o un fracaso. Que así mismo por más grandes que sean tus victorias y por más orgullosos se sientan tus padres de tí, tu eres el único que experimenta el verdadero sabor de la victoria. Y por lo tanto por más empatía nadie podrá experimentar el dolor de tus derrotas.

Que ya no es como cuando éramos niños que a tu mamá le dolía más que a ti cuando te raspabas la rodilla. Que hoy a tu papá no le angustia tanto el futuro de tu carrera como cuando saliste de la escuela para entrar a la universidad. Que hoy eres tú el que tiene el control y la batuta, eres tú el que sube o baja, eres tú quien alcanza sus sueños y llega a metas.

Pasa, no sabes cuándo ni como pero de pronto volteas y te das cuenta de algo…. Tu vida ya empezó.

photo by Adolfo Kahan

XX, Andy