Nunca se está listo, ¿Quién dijo que para hacer las cosas teníamos que estar preparados?, ni siquiera en la escuela donde pasas un año entero “preparándote” para pasar al próximo año al final se está listo para dar el siguiente paso. Menos en la universidad donde haces toda una licenciatura para entrar al campo laboral y cuando empiezas a trabajar te das cuenta de que realmente no estabas listo. O cuando pasas 9 meses esperando a un bebé, sin contar todo lo que se había aprendido previamente en cursos, libros, hasta películas o la “información” que nos avienta la sociedad constantemente de que hacer y que no hacer. Al final cuando tienes a un bebe en tus brazos te das cuenta de que por mas que hiciste, no estabas listo, pero estás ahí,  bien parado y cuando menos cuenta te das hasta lo estas disfrutando, cada paso,  cada adversidad,  cada duda o dilema.  La realidad es que para hacer algo nunca hay que estar listo pues nunca se va a estar.

No estábamos listos para nacer, nadie nos avisó y mucho menos se nos preparó, solo nos formamos, completamos un ciclo y nacimos, solos, sin saber nada, haciendo las cosas por instinto y luego aprendiendo de la vida y utilizando las herramientas que se nos proporcionaban día a día.

No estábamos listos para caminar simplemente lo intentamos y aprendimos, de pronto ya corríamos. No estábamos listos para decir mamá o papá y lo hicimos y no solo eso sino que ahora sabes un millón de palabras,  no estábamos listos para que nos rompieran el corazón pero pasó y hasta ya sanó. Mucho menos estábamos listos para perder a un ser querido pero seguimos adelante con ello. No estabas listo para ese accidente, para ese nuevo trabajo, no estabas listo para afrontar ese problema. No lo estabas y si lo hubieras pensado por mas que te hubieras preparado jamás lo ibas a estar.

Hay que arriesgar, hay que perder para ganar, pero perder el miedo, la culpa. Pues realmente ¿Qué es lo peor que puede pasar?, ¿Porqué limitar? ¿Cual es el miedo que nos impide salir de una zona de confort, sea trabajo, vida o amor?. Hay que dejarnos de preguntar si somos capaces, si estamos preparados para hacerlo. Simplemente hazlo, como ha pasado con todo lo demás. No perdamos tiempo meditando pues muchas veces nos limitamos. Sigue tus instintos y déjate llevar. Que a esta vida se viene justamente a eso, a vivir, a disfrutar plenamente de todo lo que se presenta, no a quedarnos con las ganas por estar pensando o estarnos preparando, si sientes esa chispa, esas ganas, ese impulso y ese instinto, simplemente avientate y disfruta del viaje cada día.

No estar listo jamás volverá a ser un pretexto para dejar de hacer algo, pues nunca se está listo, ni se estará.

“Aventarse a la incertidumbre es el mejor riesgo que alguien puede tomar”.

Live, A