Años queriendo crecer, viendo a mamá usando tacones y a papá regresar en traje de la oficina “Quiero ser grande” nos repetimos constantemente, “Cuando sea mayor voy a comprarme 100 perros y voy a jugar con todos. Cuando sea mayor, voy a vivir con mis papás toda la vida. Cuando sea mayor no volveré a levantarme temprano, cuando sea mayor y tenga hijos jamás los voy a regañar.»
El tiempo pasa y las peticiones dejan de ser fantasías de niños y comienzan a ser peticiones absurdas de la juventud. “Cuando sea mayor voy a vivir solo, voy a salir todos los días”, “No le voy a rendir cuentas a nadie, voy a hacer todo lo que se me de la gana”.
Pasa mas tiempo y te topas con la realidad de que ya eres mayor, ya tienes que pagarte tus propias cuentas y no te alcanza para vivir en ese loft de soltero que tanto soñaste, no tienes el trabajo que de pequeño visualizaste y los sueños se vuelven temores por que la realidad te ha alcanzado YA ERES MAYOR.
Curiosamente cuando ya eres mayor ya no sueñas, ahora te cuestionas, el miedo te consume y nubla cada uno de tus pensamientos, ya no hay decisiones impulsivas ni “segundas oportunidades” el presente ya es tu futuro en concreto.
Miedos, miedo al fracaso, miedo a no poder pagar la renta, miedo a que Ella o Él se convierta en la madre o padre de tus hijos y no sea la correcta o el correcto, miedo a estar tomando las decisiones acertadas. Miedo a estancarte, miedo a ir de prisa… miedo y mas miedo, un miedo que solo paraliza.
Te retractas, ya no quieres ser mayor, piensas en todo el tiempo que desperdiciaste en tu infancia por estar soñando con crecer en vez de disfrutar el momento. Ahora soy responsable de mi, de mis acciones pero he descubierto algo mas profundo y complicado, soy responsable de mis emociones, de lo que siento, de lo que pienso, soy responsable de lo que me pasa, de mis necesidades.
Mas miedos; miedo a casarme, a buscar otro trabajo, a salir de la zona de confort. Miedo a tener una mascota y no poder cuidar de ella, a tener hijos, a no poder tenerlos. Miedo a quedarme soltero, a casarme y divorciarme, miedo a caerme y no poder levantarme, a que una decisión tenga secuelas de por vida. Miedo a enamorarme, a alejarme, a la soledad, a la compañía tóxica. Miedo a no poder ser un padre y equivocarme, a no poder hacerme responsable de mi y de alguien más, miedo a lo “lógico”, a entrar a la rutina inevitable, a tener una familia real y que no sea de película, miedo a los conflictos, a la frustración, miedo a la vida. Miedos y mas miedos que se resumen en una sola cosa que no había razonado: TODOS TENEMOS MIEDO
La realidad es que ya eres mayor y que por mas miedos que tengas no sabrás que es lo que va a pasar hasta que suceda, que esa ansiedad futura no es mas que predicciones sin fundamentos que solo estorban pues uno puede planear, temer y desear pero al final del camino lo que tiene que ser, será. Pues somos lo que hacemos de la vida que nos toca vivir.
HAZLO Y SI TE DA MIEDO….. HAZLO CON MIEDO.
A.