Muchos dicen que la primera impresión es la que cuenta pero yo creo que el cierre es el que determina el relato de cualquier historia, pongámonos a pensar en una relación que haya terminado, el cierre determina el sabor de boca con el que te quedas, cuando tienes un mal día y llegas a casa a ver a quienes amas y sonríes, te vas a la cama con la satisfacción de haber tenido un buen día.
Los triatletas olímpicos nadan 1,500 metros, ruedan 40 km en bicicleta y terminan con una carrera de 10km, a pesar de todo el esfuerzo mental y físico dado a lo largo del camino, antes de llegar a la meta cierran con un sprint; aceleración repentina y poco duradera que hace un corredor para conseguir la máxima velocidad posible. No soy triatleta; aunque me encantaría serlo y nunca es tarde; pero se me hace una metáfora de vida increíble. ¡Cierra bien!
Da tu último esfuerzo, logra esa aceleración repentina sin importar que falte poco tiempo, da lo mejor de ti estos últimos días, minutos y segundos del año, se la mejor versión de ti. Dalo todo, cruza esa meta sin aliento, no guardes nada para la siguiente carrera, solo cierra bien. Acelera, no dejes que tu mente o tu cuerpo te hagan creer que estás loco o que los sacrificios no valieron la pena; no lo pienses; solo acelera y cruza la meta. No te preocupes, simplemente ocúpate.
Claro que fue difícil, entrenar costó trabajo, aunque también hubo momentos increíbles, el camino fue cansado pero en él te encontraste a las personas importantes de tu vida echándote porras, dándote su amor incondicional y tú al recorrer el camino les correspondías de la misma manera. Así que felicítate, agradécete por este momento y cierra bien.
Termina bien el año, mira hacia atrás y reconócelo todo, mira en que momento te rendiste por segundos, cuando y porque volviste a la carrera, identifica tus caídas, reconoce tus esfuerzos por levantarte, agradece pero sobretodo agradécete a ti que eres el único que está avanzando en este camino de la vida. No olvides ningún detalle, mantén todo presente, cada gota de sangre y sudor derramado en el camino, cada sonrisa, cada risa compartida, tenlo todo en mente y acelera, acelera lo más que puedas y cierra bien.
A pesar del cansancio, a pesar de lo difícil que haya sido el camino, con sus altas, sus bajas, aunque tu cuerpo y tu mente te digan que ya no puedes más, cierra bien. Termina dándolo todo, cruza la meta de este año que pasó con un sprint, con tu mejor cara, recibe esa medalla con la satisfacción de que lo lograste; porque muchos no pudieron cruzar la meta este año; ¡Pero tú si!, así que no hay otra cosa que decir mas que: No importa quien te está viendo, quien te está recibiendo o que está por venir, solamente ¡CIERRA BIEN!
Cierra bien, A.