Se feliz por las mañanas en cuanto abras lo ojos, sin esperar nada más en el día, se feliz solo por saber que sigues en esta vida. Se feliz con o sin café, desayunando un cereal o tu receta favorita. Se feliz cuando vayas al trabajo desde que estás manejando, se feliz cuando las adversidades se presenten y algunas te sobrepasen pero al final tú las traspases. Se feliz al llegar a casa, a esa paz tan esperada. Se feliz cuando duermas, en tus sueños y en tus noches eternas.
Se feliz sin necesidad de decirlo, haz que tu felicidad se note de una manera tan sutil que sea un hecho que viene desde dentro. Se feliz no de dientes para fuera, que todo lo que tú elijas que te rodé te traspasé y seas feliz desde lo más profundo de tu ser hacia fuera y de regreso.
Se feliz, esa felicidad completa, aquella que no es perfecta pero es eterna. Se feliz por convicción no por elección, se feliz aunque la vida no emane felicidad a diario, se feliz por que tú así lo deseas, porque te lo mereces, porque te conoces y sabes que lo vales.
Se feliz con tus lecciones, se feliz entre aprendizajes, se feliz en los viajes y en las enfermedades.
Se feliz con tus pasiones, salidas y distracciones. Se feliz mientras subes y de esa misma manera se feliz cuando bajas. Se feliz en tus victorias y porqué no, también se feliz en tus derrotas, se feliz por todo lo que conlleva decir que lo intentaste no por el resultado de saber que lo lograste. Se feliz cuando estés concentrado o distraído, se feliz para ti y por ti y de esa manera harás feliz.
Se feliz, inmensamente feliz, no tengo más palabras para ti mas que:
«Se feliz, aunque ya no sea conmigo te deseo que seas muy feliz. Y yo de esa manera seré feliz por ti.»
A.